Sin embargo, el pasado viernes las acciones de la compañía tocaban un mínimo que no se alcanzaba desde hace 13 años. Las acciones se situaron en 4,04 dólares, un preocupante dato para los inversores, ya que las pérdidas de la firma estadounidense se han sucedido hasta alcanzar los 32.000 millones de dólares.
El retorno de Bill Gates empieza a cobrar fuerza como medida para que Microsoft enderece el rumbo y retome la confianza de los inversores. El propio Ballmer admitió que tenía elegido a su sucesor aunque se negó a confirmar quién sería ni cuándo se produciría un relevo por el que inversores y analistas ya han apostado.
Gates, cofundador junto a Paul Allen de la compañía y su CEO hasta julio de 2008, había pasado a desempeñar funciones filantrópicas con su Fundación Bill y Melinda Gates, a la par que ejercía como presidente de la multinacional aunque con una dedicación al cargo mucho menor que en años anteriores. Su regreso es visto como necesario para dar una vuelta de tuerca en las últimas e irregulares apuestas de Microsoft, como son Windows 8 y su entrada en el segmento de las tabletas, todo ello sin olvidar los titubeos en el anuncio de su consola Next Gen, Xbox One.
El sistema operativo, con la controvertida interfaz Modern UI, no acaba de convencer a los usuarios. A su vez Surface, el primer tablet de la multinacional norteamericana, es vista como un gran fracaso visto su bajo nivel de ventas y la cifra millonaria que le ha hecho perder en los últimos meses. Veremos si esta información acaba por confirmarse y qué medidas tomaría Bill Gates para solucionar una situación que podría hacer perder a Microsoft su posición privilegiada en el sector tecnológico.